Ubicación.
Se inicia con la
lumbrera L-0 en el kilómetro 0+000 en la esquina sur-este del cruce formado por
la avenida gran canal y anillo periférico, colonia 25 de julio, delegación
Gustavo A. Madero, CDMX.
A partir de ahí se
irá desarrollando por la margen izquierda del gran canal, cruzando con el
municipio de Ecatepec de Morelos, continuando sobre los límites de los
municipios de Coacalco y Tecámac, pasando a su vez por los municipios de
Tonatitla, Nextlalpan, Jaltenco, Zumpango, Teloyucan, Huehuetoca, Tepeji del
río y finalizará en el municipio de Atotonilco de tula.
Se encuentra ubicada
dentro de las obras hidráulicas implementadas desde el sexenio del ex
presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa hasta el actual gobierno del
presidente Enrique Peña Nieto, comenzando así la proyección y ejecución en el
segundo trimestre del 2008, pretendiéndose dar por finalizado en el segundo
trimestre del año 2012, siendo ampliado este lapso hasta agosto del 2018.

Primeramente el objetivo que se persigue y contempla con la
implementación del Túnel Emisor Oriente, es drenar el área urbana de la ciudad
de México, que, dado al incremento demográfico, que la ciudad de México contaba
con 8,918,653 habitantes según datos proporcionados por INEGI,2015; ha dado
como consecuencia los asentamientos obligados por el bombeo y la extracción
excesiva del agua proveniente del subsuelo conllevando a un incremento del
nivel de aguas residuales, sumándole el agua proveniente de la atmósfera
(lluvias presentadas hasta la fecha), y el cambio climático que hoy en día ha
tenido grandes consecuencias radicales; en vista de que esto ocasionaba daños
en la infraestructura de la metrópoli se planteó el desarrollo de dicha obra la
cual se hace acreedora a ser nombrada una de las grandes obras de
infraestructura más importantes del país después del Nuevo Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México.
Con la operación del túnel emisor oriente se prevendrán inundaciones en todo
el valle de México, pues según estudios del Instituto de Ingeniería de la UNAM
“si se llegara a bloquear el Emisor Central, principal componente del drenaje
profundo, se registraría una gran inundación en el Valle de México, sin
embargo, con el nuevo sistema de drenaje se evitarán fallas e implementarán
procedimientos que permitan inspeccionar el drenaje sin suspender su
funcionamiento”.
El funcionamiento estará dado, en temporada de lluvias de manera
simultánea al drenaje profundo actual; en época de estiaje de forma alternada
para que así permita el mantenimiento a sus instalaciones.
El proceso de mantenimiento se realizará en periodos de 20 años con
inspecciones cada 10 años.
Seis de los respiradores (lumbreras) serán de ensamble, donde se podrá
descender maquinarias para la construcción de cada uno de los tramos, las lumbreras
que serán de carácter ensamble son la número 0, 5, 10, 13,17 y para finalizar
la número 20.
Algunas dependencias
que se ven involucradas en el desarrollo de la obra son, por parte del gobierno
federal la (SEMARNAT) Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales,
(CONAGUA) Comisión Nacional del Agua, (SHCP) Secretaría de Hacienda y
Crédito Público y la (SFP) Secretaría de la Función Pública.
Mientras que, por
parte de los gobiernos, se ven impregnados Gobierno del Estado de
México, el Municipio de Ecatepec de Morelos, el Gobierno del Distrito Federal,
la Delegación Gustavo A. Madero y el Gobierno del Estado de Hidalgo.
La funcionalidad o modo de operación será, el Túnel Emisor Oriente será
aquel que recibirá aquellas aguas residuales y pluviales provenientes de los
túneles interceptor Oriente y Río de los remedios, cuyos flujos interceptarán
en la lumbrera dos del Túnel Río de los Remedios, a partir de ahí el agua
fluirá por gravedad por el Emisor Oriente hasta llegar al sitio de
desembocadura para su tratamiento El salto, Atotonilco, en el estado de
Hidalgo.

Historia
Tanto en la antigüedad como en la época actual, el territorio en donde
se asientan los pueblos origina muchos de los retos que deben enfrentar sus
habitantes para alcanzar el desarrollo; tal es el caso de la Ciudad de México
que, por su ubicación, tuvo que hacer frente, durante varios siglos, al
problema de las inundaciones
En 1521, se inició una nueva etapa, que se prolongaría hasta 1821. Una
de las primeras ideas de Cortés fue buscar un nuevo asiento para fundar la
capital de la Nueva España, pero finalmente se construyó la ciudad azteca. Otra
idea que surgió en ese año de 1555, fue la de construir un desagüe artificial,
pero por entonces esto sólo quedó en proyecto. Así con el paso de los años se
fueron buscando soluciones y tras recibir varias propuestas para evitar las
inundaciones hasta que en el siglo XVIII, se pensó en la necesidad de hacer un
desagüe general. Cuando el barón de Humboldt visitó México, opinó que el
problema sólo podría resolverse mediante la construcción de un canal que se
dirigiera hacia el lago de Texcoco.
Maximiliano, en 1865, fue nombrado Director General del Desagüe del Valle de México. Pronto se iniciaría una tarea larga y costosa, en la que participarán brigadas de trabajadores, técnicos y especialistas mexicanos, y que se prolongaría durante las épocas de la restauración de la República y el Porfiriato.
Hasta el año de 1884 cuando Porfirio Díaz inició su primera reelección que se reanudaron formalmente los trabajos del desagüe‐en el túnel y el gran canal; entonces se destinaron $400, 000 anuales para las obras y fue el ingeniero Luis Espinosa quien quedó al frente de una Junta Directiva.
En el siglo XX se advirtió que el funcionamiento del drenaje eran insuficientes; se trataba de una ciudad cuya población estaba creciendo a ritmo acelerado. Pero con el mismo problema de siempre el Departamento del Distrito Federal hizo frente a las inundaciones mediante nuevas obras de ingeniería hidráulica y sanitaria: la ampliación sur del Gran Canal del Desagüe, la construcción de colectores y atarjeas, el nuevo túnel de Tequixquiac y el entubamiento de algunos ríos. Sin embargo, la población siguió sufriendo inundaciones, en los años de 1950 Y 1951. En 1952 se creó la Comisión Hidrológica del Valle de México, dependiente de la Secretaría de Recursos Hidráulicos.
En 1962, se puso en servicio el Emisor Poniente, y en esta tarea participó el Instituto de Ingeniería de la UNAM. Finalmente, en 1967 se dio inicio a esta importante obra de la ingeniería mexicana del siglo XX.
En 1975, Luis Echeverría inauguró el Emisor Central de 50 kilómetros, componente principal del actual drenaje profundo. Los trabajos comenzaron en las lumbreras y posteriormente se atacaron los frentes del túnel. En 1971 se creó el consorcio Túnel, S. A., conocido como TUSA.
A lo largo de los años, se fueron acumulando experiencias de trabajo para el proyecto final. En el Sistema de Drenaje Profundo se pusieron en juego avanzados conocimientos y novedosas técnicas, frutos del desarrollo de la ingeniería mexicana. Las frecuentes inundaciones a las que se enfrentaron los habitantes del Valle de México en especial en la Zona de Ecatepec, así como los de la Ciudad de México, dejaban siempre grandes perjuicios económicos y en ocasiones incluso la pérdida de vidas humanas.
Maximiliano, en 1865, fue nombrado Director General del Desagüe del Valle de México. Pronto se iniciaría una tarea larga y costosa, en la que participarán brigadas de trabajadores, técnicos y especialistas mexicanos, y que se prolongaría durante las épocas de la restauración de la República y el Porfiriato.
Hasta el año de 1884 cuando Porfirio Díaz inició su primera reelección que se reanudaron formalmente los trabajos del desagüe‐en el túnel y el gran canal; entonces se destinaron $400, 000 anuales para las obras y fue el ingeniero Luis Espinosa quien quedó al frente de una Junta Directiva.
En el siglo XX se advirtió que el funcionamiento del drenaje eran insuficientes; se trataba de una ciudad cuya población estaba creciendo a ritmo acelerado. Pero con el mismo problema de siempre el Departamento del Distrito Federal hizo frente a las inundaciones mediante nuevas obras de ingeniería hidráulica y sanitaria: la ampliación sur del Gran Canal del Desagüe, la construcción de colectores y atarjeas, el nuevo túnel de Tequixquiac y el entubamiento de algunos ríos. Sin embargo, la población siguió sufriendo inundaciones, en los años de 1950 Y 1951. En 1952 se creó la Comisión Hidrológica del Valle de México, dependiente de la Secretaría de Recursos Hidráulicos.
En 1962, se puso en servicio el Emisor Poniente, y en esta tarea participó el Instituto de Ingeniería de la UNAM. Finalmente, en 1967 se dio inicio a esta importante obra de la ingeniería mexicana del siglo XX.
En 1975, Luis Echeverría inauguró el Emisor Central de 50 kilómetros, componente principal del actual drenaje profundo. Los trabajos comenzaron en las lumbreras y posteriormente se atacaron los frentes del túnel. En 1971 se creó el consorcio Túnel, S. A., conocido como TUSA.
A lo largo de los años, se fueron acumulando experiencias de trabajo para el proyecto final. En el Sistema de Drenaje Profundo se pusieron en juego avanzados conocimientos y novedosas técnicas, frutos del desarrollo de la ingeniería mexicana. Las frecuentes inundaciones a las que se enfrentaron los habitantes del Valle de México en especial en la Zona de Ecatepec, así como los de la Ciudad de México, dejaban siempre grandes perjuicios económicos y en ocasiones incluso la pérdida de vidas humanas.
